Mi primer acercamiento a la comida peruana llegó de mano de mis amigos José y Ross, que son peruanos y unos cocinillas de cuidado. Y desde entonces soy fan de la comida peruana.
Aprovechando el Gastrofestival 2013 nos animamos a probar el menú del restaurante Tampu, del que no habíamos oído hablar antes, pero con un vistacillo en internet nos terminamos de convencer (muchísimas opiniones de clientes leímos, y todas buenas).
Os cuento nuestras impresiones sobre el menú que nos zampamos ayer mismo.
El
restaurante es modesto, y está situado en un barrio obrero, pero la comida
no es precisamente barata. La presentación de los platos es muy cuidada y
bastante espectacular y tienen una carta muy amplia de cócteles (por
supuesto la base de todos ellos es el Pisco).
Así
que nada más llegar nos sirven el aperitivo: Un chilcano de pisco (un
cóctel bastante ligero a base de Pisco y Ginger Ale, que nos encantó, y un
cuenquito pequeño con yuca frita, muy rica aunque fría, pero no vamos a ser
tiquismiquis, que esto fue cortesía de la casa)
De
primer plato nos sirvieron unos entrantes la mar de originales. Son las
tres pequeñas piezas que podéis ver en la foto, que estaban a cual más
buena.
"Bombita de arroz
con pato bañada con salsa huancaína y ensaladita de cebolla morada",
una albondiguilla muy sabrosa con mucho sabor a cilantro.
"Croqueta líquida
de ají de pollo con queso serrano y coulis de aceituna negra peruana", el
relleno de la croqueta estaba buenísimo, y el queso que llevaba por encima
lo mismo.
"Bombita de
rocoto relleno de patata, ternera y pasas con salsa de queso de cabra", el
rocoto es un pimiento rojo pequeñito, y no sabemos exactamente si era el
pimiento o el relleno de ternera por las especias que llevaba, pero era muy
muy muy picante (Ma discrepa y lo
deja en ligeramente picante). Nos hizo terminar el coctel de un
sorbo. Al desaparecer el picor aparecía el sabor del queso de cabra y nos
dejó muy buen sabor de boca (literal y metaforicamente).
Para recibir el entrante ("Tiradito de emperador Inca") pedimos un par de cócteles, un pisco con mango (muy suavito y dulce, el mango hizo desaparecer el sabor del Pisco) y un pisco con maracuyá (más fuerte que el de mango, pero igual de bueno).
El emperador era un pequeño filete crudo muy finito con una salsa de huacatay espectacular y quinoa negra (unas bolitas negras muy crujientes que nos encantaron), además de decorar el plato tenían un sabor particular.
(Nota mental: ¡¡encontrar huacatay!!, necesito hacer esta salsa en casa).
Después del emperador era difícil de mejorar y efectivamente no mejoró la cosa, no porque el resto a continuación no estuviera bien (al contrario, estaba todo riquísimo), pero el emperador puso el nivel muy alto.
Aun así disfrutamos mucho el siguiente plato, "Ají de pollo". Muy bien presentado, con su arroz y su huevito de codorniz.
Aunque he de decir que el que prepara mi amigo José está más bueno, más picante y abundante. El del Tampu es excesivamente suave, y yo de este plato espero que se me salten un poquito las lagrimillas.
No obstante muy bueno, sobre todo si no tienes como refrencia otro ají de pollo más "auténtico" en tu vida.
Por último nos sirvieron "lascas de bacalao asado sobre malarrab ia piurana con crema fría de cilantro , migas de yuca y nieve de queso serrano". Estaba muy bueno, aunque me pareció el plato menos original. La base del bacalao me recordaba a un pisto de verduras de toda la vida, aunque con un toque de cilantro.
Lo mejor de este plato es que nos permitió volver a disfrutar de la salsa huacatay.
Me voy a convertir en la cansina de la huacatay, pero en serio, no sé como no la había probado antes.
La presentación como podéis ver en la foto un diez.
Por último el postre. Tarta de limón con merengue.
Medio refrescante medio empalagoso. Lo siento, no somos muy de merengue, somos más de salsa (huacatay). Aunque hay que reconocer que estaba muy bueno, y otra vez, de presentación perfecto. En este sitio saben cómo meterme la comida por el ojo.
El veredicto Maniatados: Hay que ir.
No es barato, y tampoco sale especialmente económico con el menú Gastrofestival. Son 25 € por persona, aunque no incluye bebidas, ni cubierto (2 € por persona).
Pero este menú te da la oportunidad de probar muchas cosas variadas, y si no conoces los platos te ayuda a no tener que elegir, que de no ser por la simpatía de los camareros sería un suplicio, porque los nombres no es que sean muy descriptivos.
De todas formas dudamos de que algún restaurante peruano sea barato, al menos por lo que conocemos en Madrid. Pero si tienes la oportunidad de acercarte un poquito a esta gastronomía hazlo.
Nos apuntamos en nuestra lista "To Do" otra visita a Tampu para probar su famoso ceviche.
Dedicamos muy especialmente este post a Ross y José, que muy pronto estarán disfrutando de la comida peruana juntos.